Por: Ana Laguna
Un grupo de científicos del Instituto Salk ha descubierto de forma inesperada un objetivo molecular para tratar la alopecia autoinmune, en la cual el propio sistema inmunitario ataca a los folículos pilosos y provoca la caída del pelo.
Lo que se ha logrado ahora es identificar la señal hormonal y el factor de crecimiento que promueven tanto la regeneración como la repoblación del cabello. Resulta que están separados totalmente de la respuesta inmune, algo que no se sabía anteriormente.
Así pudieron descubrir que las hormonas glucocorticoides “intruyen” a las células T para que activen las células madre del folículo piloso y dar lugar así al crecimiento del cabello. En todo este mecanismo, los receptores de glucocorticoides son esenciales, dado que son los que inducen la producción de la proteína TGF-beta3. Esta proteína da la señal a las células madre del folículo piloso para diferenciarse en nuevos folículos.
En futuros estudios los científicos quieren observar otros modelos de lesiones y aislar las células T reguladoras para analizar si se produce TGF-beta3 y otros factores de crecimiento.